Si Marc Sempere tuviera que definir a Niño de Elche no duda un instante al afirmar que es “un ser humano con una personalidad arrolladora y excepcional”. Y a la par, “un niño con mucha necesidad de cariño. Y de crecer”. Ese crecimiento, entendido como un viaje, es el que ha llevado a ambos artistas a recorrer un camino común que ha tenido como resultado ‘Canto Cósmico’. La película, en la que los límites de realidad y ficción se difuminan, se presentó el pasado mes de noviembre en el Festival de Sevilla. Y sobre ella que conversamos con el autor en el segundo episodio de Cinéma Verité.
Una reivindicación como cantaor heterodoxo y exflamenco
La crítica definía a la cinta como “un grito para reivindicarse en la heterodoxia”. La misma que que acompaña al cantaor ilicitano en su carrera. Muy joven tuvo un amplio recorrido por festivales y concursos flamencos de corte clásico. Pero la realidad y sus inquietudes artísticas, le han llevado a convertirse en el “cantaor exflamenco”. Es uno de los renovadores de lo jondo. Y apuesta por hacer a este arte centenario dialogar con otras músicas o conversar con otras disciplinas artísticas, como la danza, la performance o el audiovisual.
Con este espíritu de crecimiento y de conversión hacia lo divergente no nos extraña que durante la película el cantaor reivindique su evolución interpretando la toná de Agujetas “yo no soy quien era / ni quién debía ser”. Secuencia que también resumen la evolución del proyecto durante los siente años de trabajo conjunto que emprendieron el cantaor y Marc Sempere. Y al que se unió, más tarde, Leire Apellániz.
No existe una realidad. Todo es ficción.
El proyecto se inició, nos contaba Sempere, al asistir a un recital “impactante” y, a su término, se acercó al cantaor y le propuso “hacer un documental sobre ti pero que igual va en contra tuya”. Y aceptó. Comenzó el estudio del personaje: el acompañamiento en todas las facetas de su vida. Y el descubrir que tanto Paco como Niño de Elche, como cada uno de nosotros, “también está conformado por muchas personas”. A todas ellas se les ha dado voz para mostrar al espectador la caleidoscópica personalidad del protagonista en un continuo contexto de no ficción.
La realidad es una ficción
Conversando y viendo el documental, nos queda claro que “la realidad es una ficción”. Y que, entre el blanco y el negro, hay todo un arco iris de posibilidades. Como en el flamenco contemporáneo en el que se huye etiquetas porque hay más la creación es libre.
Cada uno de nosotros está conformado por muchas personas y, sin embargo, todo el foco está sobre el individuo
Al final, la moraleja que podemos extraer de todo esto es que realidad es un delirio y “Canto Cósmico” nos hace preguntarnos si vivimos continuamente en una performance. Quiere seguir la senda marcada por Val del Omar y apostar “por la acción poética que va a la esencia de las cosas y no supura documentación exenta”. Para juzgar si finalmente lo han conseguido, os invitamos a verlo en salas, a partir del 4 de febrero.
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Escucha también el episodio completo de Cinema Verité.