Shamima, Hoda, Hafida, Nawal, Kimberly o Ouida. Los nombres propios del conflicto sirio personificado en algunas de las mujeres que combatieron con el ISIS. La guerra y sus protagonistas. Alba Sotorra les da voz para conocer la otra cara del conflicto que las ha convertido en apátridas. Y en víctimas.
“Muchas veces una película te lleva a la siguiente” nos contaba Alba en Cinéma Verité. La directora había retratado a las mujeres kurdas que lucharon contra el Estado Islámico en hace unos años Comandante Arian. “Una experiencia brutal, muy dura y que generó muchas preguntas”. Tantas, que le llevaron a rodar una segunda película. El retorno, la vida después del ISIS. Y a convivir con las mujeres que habitan un centro de detención en Roj, al nordeste de Siria. Un pequeño crisol de culturas en el que viven más de un millar de mujeres y niños que suman medio centenar de nacionalidades.
La vida en Roj, campo de detención
Dos años pasó Alba en el campo de detención. “Una vida muy sencilla, con condiciones muy básicas. Mucho frío en invierno; en verano mucho calor”. Una vida austera, donde las enfermedades comunes allí se hacen graves. En el que el día a día transcurre de forma tranquila. Y en el que los niños, “que no deberían estar ahí”, a veces, reviven las guerras de los mayores.
Esa guerra que queda tan lejana al mundo occidental pero que movilizó centenares de mujeres hasta Siria. Algunas, como Hafida o Nawal, viajaron con sus maridos. Otras, como Hoda o Shamima, se enrolaron siendo adolescentes. En común, un sentimiento común de marginación y exclusión que propició que la propaganda del ISIS en redes sociales les impactaran, las convencieran y las hicieran en la causa. Su destino es incierto hoy: sus países de origen no las quieren de vuelta y a algunas le han negado, incluso, la nacionalidad.
De ello habla El Retorno, la vida después del ISIS. Pero también de la superación del conflicto desde una mirada femenina. Porque “las mujeres en general utilizan para resolver conflictos formas mucho más creativas que la testoterona de la guerra”.
La guerra y sus protagonistas
Es un punto de vista distinto al que retratan los medios, que han centrado su discurso casi en mensajes sensacionalistas. Y no tienen en cuenta de quién hablan: “mujeres que habían perdido hijos, vivido violencia machista y violencia sexual”. Y a las que la guerra les ha arrebatado todo y las han borrado de la sociedad. Un documental necesario que pone rostro al “bando enemigo” y que lleva implícito un mensaje de humanidad.
Un mensaje de esperanza
“La vida es resistencia. Nuestro deber es ayudar a los necesitados”, dice el padre de la protagonista kurda de la cinta. Sevinaz, la monitora que dirige el taller de convivencia que centra el relato de la película. Ella, y el resto de mujeres kurdas “nos dan una lección de humanidad”. Ellas, que “han vivido en primera persona” la violencia del enemigo, “entran en el campo e intentan comprender por qué han sido víctimas”. Para que la historia no se repita. Sin miedo, sin odio.
El retorno, la vida después del ISIS es una nueva “ventana al mundo” a la que se asoma Alba Sotorra que está nominada al Premio Goya al Mejor Largometraje Documental. “El documental es la vida”, nos dice en Cinéma Verité. “Me permite estar ahí”, contar historias que le cambian la vida. Y a nosotros también.
Disponibles en NoFicción
Si quieres ver películas de las que hablamos en este artículo, ambas disponibles en NoFicción.
Comandante Arian
El retorno, la vida después del ISIS
El episodio completo, lo puedes escuchar en nuestro podcast, Cinéma Verité.