Quince años han pasado desde que el municipio de Guía de Isora acogiera su primer festival dedicado a la creación documental. Un encuentro que aporta “una mirada serena y sosegada del mundo”, como ha definido su director, David Baute. Porque el intercambio documental está asegurado en Miradas Doc: en la proyección de películas pero también en el apoyo a la creación, el refuerzo de la industria y la apuesta por formar a las nuevas generaciones en este maravilloso mundo de la narrativa audiovisual.
Quince años de compromiso
Miradas Doc comenzaba su andadura en 2007 con un contenido “menos televisivo, más vinculado al mundo de las ONG. Era un festival más social y con los años se fue convirtiendo en un festival donde se proyecta un tipo de cine más creativo, más crítico”.
Esa mirada “abierta a lo que ocurre en el mundo” ha hecho que los conflictos que lo asuelan en presente también estén presente en esta edición. No es casual que de entre las cuarenta películas seleccionadas para la sección oficial se incluyan títulos que hablen de conflictos bélicos, como Trenches, que retrata a soldados ucranianos que combatían en el Dombás contra los separatistas apoyados por Rusia. O que la periodista Teresa Aranguren haya recibido el premio Mirada Encendida este año, un reconocimiento que se estrena para reconocer la labor de corresponsales de guerra.
Claire Simon, Premio Internacional
Si hablamos de premios, mientras conocemos el palmarés oficial, hay que hablar de Claire Simon, Premio Internacional de esta edición. Los organizadores nos contaban que en su elección, además de por su impecable trayectoria, reconocen la labor creativa de la cineasta, difuminando las barreras entre el cine de ficción y de no ficción.
“De ella te ves a dos actores que son supuestamente de ficción en un entorno que es totalmente real. Lo que sucede en ese espacio es real y cómo interactúan entre ellos, ficción. Y nos parecía muy interesante ver esto en nuestro Festival y poder charlar sobre esto, sobre esos límites que existen a veces o que a veces nos ponemos.” Nos contaba Baute. La obra de Simon es, al final, “películas que son grandes películas”. Se disfruta en su conjunto, sin cuestionarte el género.
La realidad supera a la ficción
Pero Miradas Doc, sobre todo, pone el foco en las historias con un compromiso por “contar la realidad sin subterfugios”, con la convicción de que “la realidad supera a la ficción”, como nos decía Javier Angulo, jurado en esta edición. Angulo tiene claro que la selección de títulos a concurso tienen una calidad excelente y que hay un gran “nivel de exigencia”. Una “mirada limpia sin adornos” y “un compromiso con la verdad” que no lo ha puesto fácil este año al jurado.
Toda esta selección ha seguido un proceso muy riguroso en el que ha primado la reflexión desde la información sobre cuestiones políticas y sociales entre fronteras. Conversando con Nayra Sanz y con María Abenia, ambas cineastas y programadoras del Festival, entendemos que, aunque lo hagan fácil, ha sido una ardua labor.
Línea editorial
La ubicación de la isla es la que marca su línea editorial: un territorio europeo en medio del océano entre dos continentes no podía sino poner el foco en el concepto afrolatam: “cine africano y latinoamericano que no sólo se cuenta desde Europa sino que se narra desde sus lugares de origen”. Sanz nos contaba que apuestan por un “cine hecho por cineastas africanos y latinoamericanos” paran “presentar esas miradas que son difícilmente visibles en salas comerciales”. Estas historias nos llevan “a mundos que nos es más complejo analizar desde la mirada europea”. Y por supuesto, fomentan el diálogo intercultural.
Exhibición, formación y mercado
El diálogo se hace extensible a los otros dos pilares en que se apoya Miradas Doc: la formación y el mercado. “Los festivales siguen siendo los lugares especiales para aprender y para formarse”, decía Baute, y prácticamente desde el inicio el alumnado de Guía de Isora y municipios colindantes ha participado activamente en el foro. Implicar a las nuevas generaciones en el visionado de películas no sólo permite atraer nuevos públicos para el documental. Compartir con ellos sus reflexiones hacen que, a veces se produzca un cambio de óptica al recibir una historia.
Trabajo con escolares
Pero también les hace partícipes del proceso creativo. La realizadora y docente, María Abenia ha trabajado con estudiantes del IES Alcalá de Guía de Isora en una nueva edición del taller Fotofilm. Al término, compartía con nosotros su satisfacción de “haber podido captar algo de la realidad” tras el análisis de las imágenes con las que había ido trabajando con el alumnado.
Otra de las acciones más gratificantes para la programadora es Enseñadoc, que reúne a escolares procedentes de distintos centros educativos para compartir el visionado de alguno de los títulos del Festival. Son piezas audiovisuales a las que “los estudiantes se enfrentan por primera vez”, toda una novedad para las generaciones cuyas fuentes de consumo auidovisual son la televisión o internet. Ver documental por primera vez les “suele provocar muchas reacciones, pero, sobre todo, les invita a reflexionar. El resultado está siendo maravilloso.”
Doc Market
Doc Market es el tercero de los pilares de Miradas: un mercado internacional “para profesionales del cine documental que miran al Sur”. En él conversan productoras y realizadores de todo el mundo y sus resultados son más que tangibles: “se da la circunstancia que películas que vienen a buscar financiación, luego forman parte de la programación del Festival”, nos decía Nayra Sanz.
“En el mercado se intenta incentivar la búsqueda de financiación de proyectos y es satisfactorio que cuando se inicia ese proceso de selección, vas observando cómo esas películas van encontrando inversores, se han producido y están en proceso de estreno”. Y cierran el círculo presentándose en el Festival. “Así ha sido este año con varias películas que están en sección oficial”.
Miradas Doc: Intercambio documental
Este año vuelven a participar de otros festivales de referencia internacionales como Sundance o Visions du Réel, la Berlinale, el Hot Docs Blue Ice Fund de Canadá, la Ford Foundation de EEUU o The New York Times. También hay “muchas distribuidoras europeas y delegados de televisiones española, italiana, griega o finlandesa”. Quince años de mercado en el que han conseguido que este mercado “haya crecido muchísimo” aunque aún les quede mucho por crecer.
Sin embargo, a Baute y al resto del equipo le brillan los ojos cuando nos cuentan que han conseguido cerrar “un círculo muy bonito” que valida la importancia de que formación, exhibición y mercado establezcan sinergias entre sí. “Hace dos o tres años, una de las niñas que participó en la primera edición del Festival, vino y presentó su primera película”. Seguramente su paso por Miradas Doc despertó un amor por el cine que la llevó a estudiar imagen y sonido. Planteó su primer proyecto documental, lo presentó en el laboratorio de desarrollo de proyectos, produjo su película y la pudimos proyectar.”
En NoFicción hemos sido testigos de todas estas experiencias, que nos han reafirmado en nuestro amor por el cine documental. Y no podemos más que desear larga vida a Miradas Doc. Nos vemos en 2023.